Juan José Millás publica hoy, 20 de febrero, una columna en
El País que trata sobre los sueños y la realidad. Comienza con "Viejo y el mar" y la aventura de pescar un pez tan grande de no cabe en la barca y al llegar a tierra sólo lleva el esqueleto del pescado porque la carne se la han comido los tiburones. Generalmente pasa eso los sueños se quedan en intenciones y aunque las intenciones sean buenas faltan condiciones y se cometen errores que nos hacen soltar ilusiones hasta quedar en los huesos. El equivocarse es la norma, el acertar el ¿azar, la suerte? Influyen más las circunstancias y las medidas estudiadas, consultadas y puestas en duda hasta que se encuentre el camino que nos conduzca hasta el final del trayecto que habíamos soñado.
Viene a cuento esta reflexión a que antes de tirar cohetes se necesita la pólvora y además que no se haya mojado, y además que la vara esté derecha y bien puesta y además saber encender la mecha, y además encenderla y ¿dejamos al azar que suba alto? de pende del tiempo y del aire y quizá a eso lo llamemos suerte.
Pues eso pasa con los escritores: lee el enlace que adjunto: un estudio que publica CEDRO sde como se ganan la vida quien se dedica a esto...
http://www.cedro.org/blog/blog.cedro.org/2015/02/11/puede-un-autor-vivir-de-su-trabajo
Cuánto me alegro de verte en acción con tus palabras, Pedro !¡!
ResponderEliminarGracias, Antonio. Por aquí andamos,
ResponderEliminar