LA ABUELA TERESA QUE EN PAZ DESCANSE

Hoy la cosa va de interioridades: la familia asaetea con razón y orgullo porque a la abuela Teresa le han concedido el diploma de mujer comprometida. Todo bien y alegría si no fuera porque murió hace diez años. Ya sé que los homenajes póstumos siempre son bien acogidos por la familia del ausente. Tia Teresa ciertamente fue una mujer extraordinaria que se jugó la vida propia por sacar adelante a su familia con ese sentido tan poco apreciado de que gracias a que hay personas que se fijan en el futuro para que los demás - la especie - siga viva torea en cualquier plaza. Tia Justa fue una de esas mujeres, pero los homenajes deben festejarse cuando aún hay ganas de vivir y no cuando ya han muerto dos de sus tres hijos que conocí  poco después de ella. Tia Teresa, madre de mi suegra, abuela de mi mujer y bisabuela de mis hijos marca una  linea de parecido y de capacidad para superar dificultades realmente importantes: hay una foto donde posan la suegra de mi suegro, mi suegra, la hija de mi suegra y mi hija mayor y son una misma persona. No sé quien hizo la foto ni por donde anda,  pero a mi suegro le comenté "¿No ve usted que hemos querido a las mismas mujeres?" Ahora mi hija a punto de hacernos abuelos a mi mujer y a mi y bisabuelos a mis suegros: ¡Que siga la línea que la abuela Teresa trazó! ¡Cómo le gustaría a tia Teresa estar en el ajo, ella que trajo a tantos niños al mundo ayudando a las parturientas! pero las alabanzas siempre llegan tarde.
Y ahora la maldad: ¿ No habrán dado el diploma a la abuela Teresa para que las vivas no se peleen o porque el jurado  no se ponía de acuerdo a qué abuela de ellas se le deba el diploma: mejor a una muerta cuya entrega a los demás es indiscutible?